No mires atrás, no llores, no te preocupes por el pasado porque lo pasado, pasado está. Tampoco te preocupes por el futuro, déjalo que venga el a su ritmo. Preocúpate del presente, preocúpate de vivir cada segundo como si fuera el único, en sentirlo todo. Hazlo todo bonito y así merezca la pena 
recordarlo.